divendres, de setembre 28, 2007


CUIDA LA TEUA SALUT PER GAUDIR MÉS TEMPS DEL SEXE

El reportatge de El Pais.es que he afegit abaix no em sorprén gaire. Encara que hi som al segle XXI, l'anomenat segle dels avanços i de la revolució tecnològica, on les comunicacions són més fàcils i accessibles que mai, en temes sexuals sembla que no avancem tan ràpid.
Evidentment, la moral sexual ha canviat molt de les generacions passades a les que venen a partir de finals dels 70 i 80. El "destape" amb la caiguda de la dictadura i la pèrdudad d'influència de la religió catòlica sobre la població són només dos factors importants que ens han conduït a una època en què les relacions sexuals no només són freqüents, sinó que estan socialment acceptades, almenys entre la majoria de la població jove.
No obstant, ha disminuït la por davant de l'embaràs i les malalties de transmissió sexual, degut sobretot a les llegendes urbanes sobre sexe i a la creença que tot es pot solucionar amb la píldora del dia després.
El fet que el concepte de parella estable haja mutat tant i que lo normal siga tindre relacions sexuals amb diferents persones en poc temps facilita encara més la transmissió de malalties, si no es prenen precaucions. A banda, algunes infeccions associades només a homes o a dones, van mutant-se per l'augment de la bisexualitat.
I encara que la informació es molt més accessible que anys enrere, s'ha demostrat que és encara insuficient i que l'accés als mètodes anticonceptius està molt lluny d'alguns joves. Sens dubte, el preu d'aquestos hauria d'estar subvencionat per l'Estat, de manera que fós molt més baix o, fins i tot, gratuït.
Per últim, no cal descuidar la mancança d'informació sexual entre la població, jove i no tan jove. Ja al cole, s'haurien d'impartir classes sobre salut sexual i prevenció, informant també els pares sobre la funció pedagògica d'aquesta matèria. Així, aconseguiríem normalitzar encara més la idea que el sexe és algo normal, que cadascú ha de viure i experimentar lliurement i amb qui vullga i que, per davant de tot, no és res impur o pecaminós com encara creuen alguns.



REPORTAJE ELPAIS.ES
Los jóvenes practican sexo inseguro
Los adolescentes han perdido el miedo al sida y repuntan las enfermedades de transmisión sexual - Los falsos mitos perviven entre los estudiantes y la información sociosanitaria es muy escasa


Los embarazos no deseados y los abortos siguen aumentando entre la población más joven. Si en 2004 abortó el 48% de las chicas de 15 a 19 años que se quedaron embarazadas, en 2005 ya era el 49%, una estadística que sube un escalón cada año, como un goteo incesante, al menos desde 1990.

Los expertos hablan de falta de formación, de métodos anticonceptivos que no están a su alcance o que se desconocen y de mitos arraigados que no ayudan a evitar un embarazo. Además, los jóvenes han perdido miedo al sida, lo que les lleva a correr más riesgos. La aparición de los cócteles de medicamentos en 1996 contribuyó a dar la imagen de que la infección por VIH no era grave, sino algo crónico o, incluso, curable, lo que llevó a algunos a abandonar el condón.

La edad media de inicio en las relaciones sexuales está en 16 años. Por el Centro Joven de Anticoncepción y Sexualidad de Madrid pasan cada semana un centenar de chicos y chicas con dudas, problemas... Cuando los monitores de este centro salen a los institutos a dar charlas se encuentran con que hay todavía muchos mitos entre los estudiantes. "La píldora engorda; el preservativo quita sensibilidad; sólo si hay eyaculación hay embarazo". Todas estas creencias, explica Ana García Mañas, coordinadora del centro, están evitando una sexualidad protegida. "Hay que cambiar el mensaje e incluso los conceptos", dice García. A la píldora del día siguiente ya no la llaman así en su centro, sino píldora de emergencia, "porque puede tomarse hasta tres días después y muchos no la pedían porque creían que se les había pasado el tiempo".

"Durante años les hemos dicho que si no tenían pareja estable usaran condón. Pero la idea de pareja estable ha cambiado; si tienen tres o cuatro relaciones con la misma persona ya lo consideran estable y no se protegen".

Un estudio de la clínica madrileña Dator, pionera en la interrupción de embarazos, efectuado entre 321 chicas menores de 21 años revela, efectivamente, que el 12% de las jóvenes que llegan a su consulta lleva cuatro meses o menos con su pareja. Así pues, la estabilidad no protege.

Y el desconocimiento de los métodos anticonceptivos, tampoco. En el estudio de Dator, que se presentará completo en noviembre, se pone de manifiesto que las jóvenes creen saber mucho sobre anticoncepción, pero sus lagunas son graves. Y más profundas aún entre las extranjeras. El 91% de todas ellas no cree que se haya quedado embarazada por falta de formación, pero la realidad es que el 14% de las españolas encuestadas no sabe lo que es la píldora poscoital, ni el 63% de las extranjeras. Tampoco atinan cuando se les pregunta qué días en un ciclo de 30 son los más propicios para quedarse embarazadas. Apenas acierta un tercio de las entrevistadas; de nuevo, el porcentaje es menor entre las extranjeras. Menos de la mitad (un 43%) puede ordenar con corrección de más a menos seguros tres métodos anticonceptivos citados, el preservativo, la píldora y la ligadura de trompas: lo saben el 52% de las españolas, pero sólo el 25% de las extranjeras. Y sobre prevenir el sida, una media del 6% desconoce como hacerlo.

También parece estar fallando la información sociosanitaria. Tres de cada cuatro chicas encuestadas no había acudido a un centro de planificación. Y ya sólo les quedó llamar al centro de interrupción de embarazos.

De haberlo hecho, quizá no hubieran llegado tan lejos. En estos centros, cuando son específicos para jóvenes, no sólo facilitan píldoras de emergencia. También asesoran, planifican, atienden necesidades sanitarias. Pero la mala noticia es que hay muy pocos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un centro específico para jóvenes de 10 a 24 años por cada 100.000 jóvenes. Para llegar a eso España tendría que duplicar su red, explican en la Federación de Planificación Familiar. Porque de los 169 centros existentes sólo 41 cumplen fielmente las recomendaciones de la OMS para una atención integral a los jóvenes en materia sexual. Eso incluye, entre otras cosas, que sean servicios públicos gratuitos y accesibles, con horarios amplios y fijos que no se interrumpan los fines de semana, entre otras características. "En algunas comunidades autónomas esto no existe", explican desde la Federación de Planificación. Sí cuentan con servicios en la red sanitaria pública, pero incompletos. La Federación insiste en que cada provincia debería tener un centro específico. Lo que hay son teléfonos de asistencia, unos 22 repartidos por las comunidades.

Desde la Federación insisten en que otro de los grandes problemas es que los métodos anticonceptivos no tienen financiación pública y para los jóvenes no es sencillo pagarse un paquete de pastillas al mes, o incluso los preservativos. "Los preservativos están más a su alcance, aunque deberían ser gratuitos para ellos, pero el problema es cuando se les rompen y tienen que pagar una pastilla de emergencia, que cuesta 20 euros. Tampoco pueden explicar a sus padres para qué quieren ese dinero", añade Ana García, del centro específico de Madrid.

20 euros. Parecen pocos. "Pero cada vez vienen más inmigrantes y muchos no cuentan con ese presupuesto", dice García.

La sífilis aumenta un 146% en siete años

El incremento de las relaciones sexuales sin protección tiene otras consecuencias aparte de los embarazos no deseados. El más grave, el aumento en la incidencia de las enfermedades venéreas.

La sífilis es la más representativa. Según los boletines epidemiológicos del Centro de Salud Carlos III, en 1999 se registraron 666 casos; en 2006, la cifra iba por 1.639. El balance: una subida del 146% en apenas siete años.

Los datos del Carlos III se basan en las notificaciones de los médicos, por lo que los expertos no dudan que, en verdad, el número de casos sea superior. Lo que no hace el Carlos III es separar los diagnósticos por edad, pero el resultado puede inscribirse en un abandono generalizado de las medidas de prevención a partir de 1999. De hecho, ese año marca el mínimo de la serie que tiene el Instituto Nacional de Estadística, y coincide con la apreciación de que también la gonorrea, las hepatitis y la infección por VIH aumentan entre los más jóvenes.

Ellas no lo piden, ellos no se lo ponen

El preservativo es el método anticonceptivo más accesible y el más utilizado. También la excusa más recurrente. "Se ha roto". A una encuesta de la clínica de interrupción del embarazo Dator entre 321 chicas menores de 21 años el 68% contestaba que lo usaba siempre o a veces. Pero un 21% no usaba nada.

La llega de población extranjera introduce en el panorama otros hábitos que también precisan asesoramiento preciso. En el centro joven de anticoncepción de Madrid trabajan con muchos latinos. "Los latinoamericanos sí que tienen información, pero también resistencia a usar el preservativo porque interfiere en los roles de masculinidad y feminidad. Ellas no lo proponen porque tienen una actitud más pasiva y ellos no se lo ponen por voluntad propia, se piensan inmunes", dice una coordinadora de este centro, Ana García. "En España también necesitamos buenas lecciones. No usar protección conduce a las jóvenes a relaciones con miedo y poco satisfactorias".

Los adolescentes creen que la píldora engorda

Una falsa creencia puede convertirse en un embarazo no deseado. Hace algunos años circulaba entre los jóvenes la leyenda de que la primera vez que se tienen relaciones sexuales no hay riesgo de embarazo. "Esa respuesta ya no la encontramos tanto entre los estudiantes cuando visitamos los institutos", dice Ana García, de un centro específico para jóvenes de Madrid. Sin embargo, una encuesta de la clínica Datos entre 321 chicas revela que el 17% de ellas no usó nada en su primera relación sexual.

Para evitar mitos y falsas creencias se necesitan centros específicos para jóvenes. Es decir, con horarios accesibles, que

garanticen la confidencialidad, que cuenten con profesionales formados y médicos, con asesoría sexual y de anticoncepción; asesoramiento en caso de abortos y enfermedades de transmisión sexual y que posibiliten las pruebas de sida. Y que formen, porque las píldoras no engordan.

dissabte, de setembre 15, 2007

No tirem les culpes a la pluja

Ahir vaig ser una de les tantes persones que van patir la tromba d'aigua a València i la ineptitud i desvergonya de RENFE.
El que havia de ser un trajecte en Talgo de 5 hores Barcelona-Alacant es va convertir en un malson de quasi deu hores on cap treballador de RENFE va donar la cara.
A l'altura de Sagunt, sobre les 18,30, ens vam aturar i un dels revisors va explicar que hi havia hagut una tormenta a València i per tant l'estació del nord estava col.lapsada i cap tren no podia entrar ni eixir. Be, això encara es pot entendre... El que no té explicació alguna es que després d'hora i mitja, sobre les 20, quan vam reanudar la marxa no hi haguera cap resonsable a qui demanar explicacions al tren. Només hi era la cambrera del vagó-restaurant, que estava fins als collons de que tothom es queixara a ella i que necessitava anar al bany però ni tan sols hi havia algú per substituir-la.
Uns vint minuts després d'eixir de Sagunt ens vam tornar a aturar en mig de la no-res, encara que les portes s'obrien i molta gent, desesperada, va optar per baixar-se'n i anar caminant, per les vies i a les fosques, fins a Sagunt en búsqueda d'un transport alternatiu.
I els revisors continuaven desapareguts... Cap explicació, cap atenció... ni un míser gotet d'aigua. Això sí, el bar romania obert per a tots aquells que vulgueren comprar alguna cosa.
Vaig decidir trucar a RENFE per a demanar explicacions i només sabien que defendre's amb raonaments metereològics, però ningú m'aclaria com trobar als revisors perduts, que quan es tracta de demanar-te el billet a un viatge ordinari mai falten.
Fins a les 23,40, ja a prop d'Alacant, no va aparèixer cap persona. A eixa hora un ja va decidir eixir de la cabina del conductor, però sense cap tipus d'excusa ni mirament.
Em vaig posar pesada i vaig xinxar la gent per a què ens donaren de sopar i al final vam aconseguir que ens "regalaren" una consumició: bé alguna cosa per dinar o beure, però no les dues... Vaja!!! Seria massa despesa!!
Però ací no acaba tot, perquè a les dotze, per fi al meu destí, me van contar, amb cara de babaus, que no em tornaven els diners perquè el retràs es devia a causes meteorològiques ajenes a l'empresa. Què??? La meua estupefacció va ser massa i els vaig redactar una reclamació ben detallada, on demane que m'aclaren a quin fenòmen climàtic poden recòrrer per tal d'explicar l'absència del seu personal a bord, així com la falta d'atenció i informació.
RENFE és una empresa massa important per al ciutadà com per a continuar amb tants maldecaps, retrasos i incompetències... L'eixemple britànic demostra la necessitat de considerar el transport ferroviari com a servei públic, en la seua totalitat, no només en les infraestructures.
Cal millorar aquest servei ja! No pot ser que cada dia llegim notícies com les de Barcelona o que es produisca una tromba d'aigua i siguen incapaços d'oferir un servei alternatiu d'autobusos o almenys una atenció i explicacions!!!