dilluns, de febrer 02, 2004

La anti-marca

Adbusters anuncia en su web la venta de unas zapatillas anti-marca. El modelo, de lona negra y blanca, intenta imitar las míticas Converse, pero utilizando un punto blanco o negro en el lugar del logo. Se trata de un acto de protesta por la lógica comercial de compañías como Nike o Adidas. Hace un tiempo, Nike puso en marcha un nuevo servicio en que permitía al cliente bordar aquello que deseara en sus nuevas zapatillas. Sin duda algo muy bien pensado para individualizar cada modelo y entablar una identificación Nike-cliente.
Circuló por aquel entonces un email en que un joven intentó por todos los medios que le bordaran frases como Nike explota o Trabajo de negros. No es necesario decir que la multinacional escurrió el bulto y el cliente no consiguió su propósito.
El colectivo Adbusters ha puesto en marcha una estrategia de marketing para dar a conocer sus anti-converse, lo cual le ha reportado numerosas críticas por actuar como aquellos a quienes ataca. Pero es una paradoja que se da en muchos otros aspectos. El tan de moda movimiento antiglobalización es el primero que se organiza globalmente. Eso no es contradictorio, ya que en realidad no se oponen a la globalización, sino de la globalización capitalista. El lema es Another world is possible. Hay que optar por globalizar la riqueza, la democracia, el conocimiento, los derechos... ý solamente así otro mundo será posible.
En esta lucha, Internet debe ocupar un lugar importante (después de las necesidades básicas, claro está), porque toda la carta de Derechos Humanos se puede aplicar a la red. Lo que aún está por conseguirse es que Internet sea realmente democrática. Aunque todos podamos acceder a ella y publicar nuestras opiniones, la barrera tecnológica y cultural es enorme en nuestros días. Por otro lado, no todos tenemos las mismas oportunidades de dejarnos ver en este océano de información, y los que ocupan el ránking de webs más visitadas difícilmente atentarán contra sus accionistas. Pero desde aquí y desde la calle podemos seguir organizándonos para hacer de Internet una auténtica herramienta democratizadora. ¡Aprovechemos ahora que todavía la red está en sus inicios y actuemos antes de que los grandes grupos mediáticos se repartan el pastel definitivamente y pongan serias barreras de acceso!