dilluns, de novembre 17, 2003

Otras formas de terrorismo

La policí­a francesa detuvo ayer a dos presuntos etarras en Agen, al sur del paí­s. La noticia es fantástica, sin duda alguna, pero a veces tengo la sensación de que no se le da la misma importancia a otros tipos de terrorismos que, como mí­nimo, causan el mismo daño.
Citaré sólo tres ejemplos de los muchos que hay: el terrorismo oriental frente a la bondad occidental, el terrorismo medioambiental y el terrorismo casero.
En el primer caso, me refiero sin duda a los discursos maniqueí­stas que podemos oí­r desde casi cualquier país occidental. Sobre todo a partir del 11 de septiembre (el norteamericano, se entiende, porque del chileno nadie se acuerda), polí­ticos, sociólogos o periodistas han defendido fervientemente teorí­as tan estúpidas como la del choque de civilizaciones de Huntington. Los occidentales y, principalmente, Estados Unidos, necesitan mantener un discurso en el que todo lo que no se identifique con ellos sea tildado de terrorismo. De esta manera, saben que tendrán siempre de su parte a la opinión pública, enormemente sensibilizada con el tema. Pero no sé qué es más triste, si que en un paí­s en el que la mayorí­a de la población recibe una formación académica, se acepte sin reparos la pena de muerte, matando así­ según las leyes del Estado, o que en un paí­s en el que las mujeres están excluidas de la vida socia y en el que el mito pesa tanto como para mantener el apoyo a la Guerra Santa, se mate apelando a la ley de Dios.
Ambos tipos de terrorismo son horribles e inaceptables y, en este sentido quiero expresar que ninguna muerte esta justificada, y mucho menos en nombre de la legalidad o la paz internacionales. Jamás existió mayor contradicción que hacer la guerra en nombre de la paz. Muerte y vida son antónimos, pero alguien intenta colarlas en el diccionario de sinónimos.

Otro terrorismo vergonzante es el medioambiental. Como explica Vandana Shiva, la globalización es la madre de un nuevo apartheid ambiental y en un mundo de comercio global y liberalizado, en el que todo es vendible, y la potencia económica es el único factor determinante del poder y el control, los recursos se trasladan de los pobres a los ricos, y la contaminación se traslada de los ricos a los pobres. El sistema de producción actual es ecológicamente insostenible y la destrucción del medio es la peor noticia que podemos darles a los países subdesarrollados, ya que los recursos naturales son su única fuente de subsistencia.

El terrorista ambiental Lawrence Summers, ex economista jefe del Banco Mundial, fue el responsable del informe sobre Desarrollo Mundial de 1992, dedicado a la economí­a del medio ambiente. En él proponía el traslado de más industrias sucias al Tercer Mundo. Sus principales argumentos eran:
1) Puesto que los salarios son más bajos en el Tercer Mundo, los costes económicos de la contaminación, derivados del aumento de enfermedades y muertes, serán menores.
2) Como el Tercer Mundo está muy limpio, es necesario ensuciarlo más para que no reluzca tanto.
3) Los pobres son pobres y tienen mayores preocupaciones que los problemas ambientales.

Si tenemos en cuenta que sinvergüenzas como éste pueden llegar a ser responsables del Banco Mundial, ¿qué política pro-ambiental podemos esperar de este tipo de organismos?
Es preciso evaluar los riesgos futuros del sistema de producción actual, ya que el agotamiento de los recursos naturales podrí­a terminar con la especie humana.

En último lugar, hablaré de lo que he bautizado como terrorismo casero. Sin lugar a dudas, hago referencia a la violencia contra las mujeres (el nombre de violencia de género me parece un poco insultante). Cada dí­a, miles de mujeres son obligadas a prostituirse, a quedarse embarazadas; sufren maltratos, tanto fí­sicos como psicológicos; abusos sexuales; mutilaciones... Pero el asunto sigue sin revestir la importancia que merece. Algunos fallos judiciales son realmente humillantes para las propias maltratadas. La ley tiene muchí­simos vací­os que es necesario suplir y el lenguaje periodístico debe ser, como mí­nimo, respetuoso con las ví­ctimas.

Reflexionemos un poco sobre todo esto, ya que hay muchí­simos tipos de terrorismo encubiertos sobre los que nadie para su atención. No dejemos que haya más dolor y sufrimiento en este mundo. Apostemos por un modelo de paz y respeto mundiales. Pero hagámoslo ya.